Cómo preparar un microciclo eficaz

Cuando un entrenador está empezando a dirigir sesiones, a menudo se pregunta cómo puede preparar una semana de entrenamiento de manera eficaz y que todo vaya de una forma fluida y correcta. El objetivo principal es que el trabajo sea lo más efectivo posible, intentando aprovechar el tiempo disponible al máximo  y sacando el mayor rendimiento a todo lo que se ha planteado.

En este artículo vamos a dar una serie de pautas que sirvan como ejemplo para la organización de del microciclo dentro de la planificación para un equipo cuyo principal objetivo es competir cada fin de semana.

Análisis del equipo propio

El punto de partida del microciclo es el análisis del equipo propio. Nos tenemos que preguntar ¿Qué hicimos bien en el último partido de liga? ¿Y qué podemos mejorar dentro de nuestro modelo de juego?

A partir de ahí, se anotaran los principios del juego que creemos importantes a la hora de seguir implementando y evolucionando nuestro modelo de juego, y qué aspectos tenemos que reforzar y recordar para que el equipo siga manteniendo la línea de trabajo establecida.

Análisis del equipo rival

La siguiente parte a tener en cuenta es nuestro rival. Haber realizado un informe lo más exhaustivo posible y conocer cuáles son sus fortalezas y sus debilidades, tanto a nivel individual, como colectivo, nos revelará cuáles son los principios en los que tenemos que centrarnos para trabajar con respecto al próximo partido. 

Para hacer esto, intentaremos imaginarnos cuáles son nuestras fortalezas más importantes y donde el rival es lo más débil posible, de esta forma conseguiremos ajustar y depurar los principios que nos van a dar más posibilidades y resultados el próximo partido.

Planificar la semana completa (o casi completa)

Con todo esto, comenzaremos a estructurar la semana de entrenamiento, encajando en cada día cuáles son los principios en los que nos vamos a centrar con el equipo. Es importante llegados a este punto, realizarlo conjuntamente con el preparador físico y entrenador de porteros, para enlazar cada principio con la parte condicional del proceso, al igual que todo lo que se trabaje con los porteros vaya en la línea que va a seguir el equipo el día de competición.

Hay entrenadores que prefieren crear toda la semana en el primer día, porque eso los libera de esta parte del trabajo y se pueden centrar en otros temas. Otros prefieren preparar dos o tres sesiones de entrenamiento y analizar cómo están saliendo para en los últimos días ajustar al detalle los últimos conceptos a trabajar.

Independientemente de hacerlo de un modo u otro, el principal objetivo de planificar es evitar a toda costa la improvisación. Es cierto que un entrenador siempre tiene que tener activa la capacidad de improvisación porque suelen surgir imprevistos que hay que solucionar en el día a día, pero esa no debe ser la tendencia a la hora de trabajar, porque seguramente disminuiría la calidad de los entrenamientos.

Planificar las sesiones de entrenamiento

Dentro de las sesiones de entrenamiento, hay que depurar hasta el más mínimo detalle para que todo salga a la perfección. Es el momento en el que se está en contacto con el jugador a nivel individual y con el equipo a nivel colectivo, y todo tiene y debe salir de la mejor manera posible.

¿Qué detalles debemos tener en cuenta a la hora de planificar estas sesiones? Uno de los principales puntos es preparar la sesión desde lo micro, es decir desde situaciones individuales y con menos jugadores para que se repitan los principios que queremos trabajar, hasta terminar con espacios más grandes y con mayor número de jugadores, pero estar siempre enfocados en el mismo objetivo.

Además, si se es capaz de llevar una estructura en los ejercicios que permita preparar el campo de una sola vez y que el equipo vaya pasando de una tarea a otra casi sin perder tiempo, la sesión irá más fluida. Las únicas pausas serán para recuperarse e hidratarse. El objetivo es que se pierda tiempo en colocar el material de las siguientes tareas, sino simplemente ir retirando el sobrante y dejando puesto el de la siguiente tarea para continuar el trabajo. Con respecto al material, comentar que no por poner mayor cantidad de material el entrenamiento va a salir mejor; con poco material también se pueden hacer excelentes entrenamientos.

Es importante también tener organizadas las tareas por puesto y nombre de jugador, es decir, intentar llevar los equipos hechos, sin tener que hacerlo en el campo directamente, de esta forma ahorraremos tiempo entre tareas.

Otro detalle a tener en cuenta es la explicación del ejercicio, este proceso debe estar estructurado de la siguiente forma:

  1. Explicar de forma general en qué consiste el ejercicio, número de jugadores, número de equipos, dimensiones del espacio de juego, etc.
  2. Explicar al jugador cuáles son los objetivos de la tarea, por qué se realiza y qué se pretende conseguir en cada momento del ejercicio ayudará a que todo salga mejor.

Por último, se debe intentar recibir feedback de los jugadores sobre qué les ha parecido la tarea, si han entendido realmente el motivo del ejercicio o si les motiva ese tipo de trabajo. De esta forma, se conocerá cuál es el camino correcto a seguir en las próximas sesiones.

Analizar el entrenamiento

Es importante que, si existe la posibilidad, se graben los entrenamientos y dedicarle un tiempo a revisarlos. La sensación con la que sale el entrenador del entrenamiento y la que se tiene después de realizar un análisis objetivo pueden ser completamente diferente.

Sesiones de vídeo

Además de todo lo explicado en los puntos anteriores, queda estructurar cómo vamos a mostrar las imágenes de vídeo al jugador. Una imagen vale más que mil palabras, por lo que si la información se puede mostrar a través de vídeo, todo se entenderá mucho mejor.

Es muy importante dejar unos minutos para mostrar las cosas que se han realizado bien y las que hay que mejorar en el último partido disputado (análisis del equipo propio), enseñar imágenes del próximo rival (análisis del oponente) y, si además disponemos de las imágenes de los entrenamientos que se han grabado, los vídeos de los ejercicios que interesen para afianzar conceptos, tanto de forma individual o colectiva.

Conclusión

Es necesario que cada entrenador tenga su rutina de planificación bien estructurada. De esta forma, se conseguirá un trabajo depurado y al detalle, preparando al equipo para la competición con muchas garantías de éxito. No obstante, cabe recordar que esto es un juego y que todo no depende de una sola persona y su trabajo, en este caso haciendo referencia al entrenador, sino que rival, campo, meteorología, árbitro, estado de ánimo, dinámica de los equipos, etc. tendrán un papel fundamental en el resultado final.

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