Detección de talento en el fútbol

En un mundo tan global y competitivo en el que nos encontramos en estos momentos, y sobre todo en el fútbol, se hace imprescindible tener la capacidad de poder detectar el talento en los jugadores a una temprana edad. Decimos temprana edad, siempre y cuando sea un edad razonable y adecuada para el alto rendimiento.

Antes de comenzar, es imprescindible definir que el talento siempre está basado en un recurso poco común en la sociedad y que, en muchas ocasiones, es desperdiciado por no detectarlo a tiempo o por no darle la oportunidad de desarrollarlo en el momento oportuno.

A pesar de que la mayoría de autores coinciden en que es complicado conseguir una definición exacta de talento, se podría indicar que ésta va en una doble vertiente: la primera va encaminada hacia las capacidades innatas de un individuo, y la otra hacia un resultado final de un proceso de desarrollo.

La detección o identificación de talento pasa por una serie de fases que se pueden recoger en:

  • Una primera fase en la que se identifica las cualidades motoras en general del jugador.
  • Una segunda fase de la cual se capta y se selecciona dentro de una formación deportiva de base en fútbol.
  • Por último se llega la fase de perfeccionamiento, en la que el futbolista llegaría al alto rendimiento.

Es evidente que en el caso de los deportes individuales es fácil tener un criterio de selección del rendimiento, pero para los deportes colectivos es imposible determinar una sola variable, ya que el propio deporte colectivo, como el fútbol, depende de múltiples variables.

En los deportes colectivos, está claro que debemos atender a variables como la toma de decisión, percibir, analizar, ejecutar, la interpretación del juego y sobre todo la creatividad.

Existen multitud de opiniones con respecto al análisis del talento en fútbol, pero podríamos centrarnos en tres capacidades fundamentales: el talento innato, la capacidad del entrenamiento y la adaptación para el alto rendimiento.

Dentro de ese talento innato se pueden incluir principalmente capacidades condicionales, como son la velocidad, la fuerza explosiva y de resistencia, resistencia aeróbica y anaeróbica y la flexibilidad.

Es cierto que existen muchos ejemplos a lo largo de la historia en la que jugadores con un gran talento y alto rendimiento no poseían una tipología ideal, pero que por la potenciación de otros factores han dado un gran rendimiento.

Por supuesto, son muy importantes el control de los aspectos técnicos en fútbol, la capacidad de seguir indicaciones tácticas establecidas y la capacidad de interpretar juego.

Respecto a la capacidad del entrenamiento, es una característica fundamental apoyada por una parte externa como son los técnicos que se harán cargo de los jugadores y en la que podríamos decir que cuanto más horas se emplea dentro de una organización metodológica, mayor será el rendimiento deportivo.

Se puede decir que el último de los puntos es el más complejo, la adaptación al alto rendimiento, en este proceso, muchos jugadores desisten de continuar debido a que es necesario un gran esfuerzo y dedicación de forma continuada.

El jugador en este caso, debe tener una gran fuerza de voluntad, tolerancia al esfuerzo y saber cómo llevar la frustración en el caso que las cosas no salgan bien. También debe tener un gran amor por el juego, porque se le suma la necesidad de resistir a estrictas normas colectivas dentro del equipo, así como soportar condiciones climáticas adversas entre otros muchos condicionantes.

Una vez que se tiene claro cuales son los aspectos a tratar dentro de la captación de talento, se tiene que organizar una estructura de reclutamiento en el club.

Estos son los principales puntos a tener en cuenta:

  1. Establecer un ratio de actuación para la detección de talento alrededor del club. En este punto influirá el numero de asociaciones y clubes que se encuentran en un zona concreta y que puedan ser abarcados por los ojeadores contratados.
  2. Definir una tipología de futbolistas acorde a los valores y características que el club quiere incorporar a su academia o equipo.
  3. Contratar a entrenadores que sean afines a la identidad e idiosincracia que tiene el club, con la finalidad de pensar a largo plazo en cuanto a los jugadores y que estos sean lo más importante en todo momento.
  4. Dentro de las características de los jugadores a captar, es importante la inteligencia táctica que posean, independientemente de las posiciones en las que jueguen.
  5. Predefinir un rango de edades en las que se deben incorporara esos jugadores, y para categorías de jugadores muy jóvenes, implementar un sistema de clubes asociados en los que tengan peso en la metodología de entrenamiento para aconsejar y enseñar a los entrenadores, además de implementar sesiones para el desarrollo de los jugadores.
  6. Poseer un proyecto deportivo a largo plazo, en la que los resultados no sean las evaluaciones sino el crecimiento del jugador, optimizando los entrenamientos a medida que los jugadores lo vayan necesitando.

Podemos llegar a la conclusión de que el talento es parte de una cualidad innata y parte de un trabajo bien desarrollado a partir de unos medios adecuados al individuo. Si esa cualidad no se trabaja para perfeccionarla y potenciarla, el jugador no logrará nunca llegar al alto rendimiento y sacar la mejor versión de si mismo. Con una organización estructurada y bien controlado, los clubes de fútbol de hoy en día pueden adelantarse a sus competidores en la detección de talento. Es evidente que el ojo del observador juega un papel muy importante en este proceso, pero el apoyo en la tecnología adecuada nunca está de más.

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