El entrenamiento específico en fútbol

Si examinamos una plantilla de un equipo de fútbol al detalle, se puede observar que existe una serie de posiciones bien definidas, desde el portero hasta el delantero, cada uno de ellos deben tener una serie de características específicas acordes a la situación que ocupan en el terreno de juego. 

Si nos centramos en el portero, un puesto bastante particular dentro del juego porque el reglamento le permite utilizar partes el cuerpo que a otros jugadores no, como son las propias manos, todo el mundo entiende y tiene asumido a día de hoy que necesita un entrenamiento específico para esa posición pero, ¿y las demás posiciones? ¿a caso no necesitan una especificidad adecuada a su puesto?¿necesita un lateral realizar los mismos movimientos o los mismos esfuerzos que un delantero por ejemplo? Es evidente que no, por eso es necesario desarrollar el entrenamiento específico por posiciones, dandole forma y sentido, dentro de unas pautas a seguir para un buen desarrollo.

En este artículo, se pretende estructurar un modelo de entrenamiento centrado en la mejora del jugador a nivel individual, con una serie de pautas a seguir para preparar al jugador en las exigencias especificas, adecuadas al partido desde su perspectiva posicional.

En primer lugar hay que examinar el modelo de juego y las demandas físicas y técnico-tácticas que tiene este. 

Mediante GPS se puede realizar una evaluación exhaustiva de la carga física y condicional a la que está expuesto cada jugador en cada posición.

A continuación se preparan ejercicios que simulen lo que puede pasar en un partido. Este trabajo está dividido en tareas de técnica individual, ruedas de pase, juegos reducidos y juegos de posición. 

Los ejercicios de técnica individual se refieren a aquellas tareas que potencian el dominio del balón o del juego para acciones específicas que se van a producir durante el partido. Suelen ser de forma analítica y repetitiva para que se reproduzca muchas veces la acción en un corto espacio de tiempo.

Las ruedas de pase se utilizan al principio de las sesiones y se busca la repetición de una acción de juego, insertando a cada jugador en su posición en el campo.

Los juegos reducidos como su propio nombre indica, son tareas con espacios y numero de jugadores menores al normal y que pretende conseguir la participación de los jugadores en unos esfuerzos mas intensos.

Por último, los juegos de posición establecen situaciones similares a las que se producen en un partido alineadas con el modelo y estilo de juego, forzando al jugador a pasar por circunstancias que deben resolver en espacios más estrechos con reglas y números de jugadores que condicionan el objetivo del entrenamiento.

¿Cómo llevarlo a cabo?

Dentro de un club, se podría llevar a cabo este entrenamiento reuniendo a jugadores del mismo puesto y edad parecida en la que no exista mucha diferencia y realizando sesiones individualizadas de una única posición, por ejemplo si queremos mejorar el juego de nuestros mediocentros pues preparar sesiones enfocadas a este puesto.

Para ello es necesario definir los medios técnico-tácticos específicos de ese puesto y cuales se pueden reproducir más en un partido a partir de nuestro estilo de juego, estableciendo una serie de conceptos por sesión. No tienen que ser muchos, con un par de ellos está correcto, pero que los entrenadores puedan poner el foco en estos y los jugadores aprendan de manera efectiva.

Otro paso más que se puede dar en el trabajo específico en fútbol es unificar dos puestos que se van a relacionar bastante durante un partido, es decir, si queremos trabajar algo específico entre centrales y laterales, se pueden crear tareas que se produzcan relaciones entre ellos para que después se reproduzcan en partido.

Al ser menos jugadores que en una sesión con todo el equipo, los entrenadores pueden dedicarle mucho más tiempo y atención a la corrección y a explicar y solucionar las dudas que les puedan surgir. Realizando un símil con la educación general, se puede definir que este tipo de entrenamientos son como unas clases particulares para el alumno, donde la personalización y la preparación de la materia son individuales y recoge las necesidades del estudiante.

A veces los entrenadores damos por hecho que los jugadores tienen una base de conocimiento del juego y de conceptos, pero a medida que vamos entrenando con ellos nos damos cuenta en las carencias a nivel individual que tienen, y es ahí donde el entrenador debe tener el instinto de actuar y preparar esas sesiones individuales. 

También, aunque el jugador conozca los conceptos de la sesión, no está nunca de más, recordarlos y trabajarlos para afianzarlos y que no se les olviden, o incluso que puedan ser más utilizados en el siguiente partido por las características del rival al que se van a enfrentar en su parcela de campo.

¿Cómo estructurar la sesión?

En primer lugar se debe comenzar con la explicación de los conceptos en cuestión en los que se va a profundizar en la sesión, dando a conocer que es, porque se trabaja y cuales son los principios a tener en cuenta cuando se están realizando.

Esto se debería complementar con una sesión de vídeo de unos 15-20 minutos, en la que se incluirán cortes de vídeos explicativos donde los jugadores puedan ver jugadas de fútbol profesional, en los que aparecen y se solucionan este tipo de conceptos.

Esto puede estar apoyado por animaciones de las tareas que se van a realizar en el campo para que aún quede mucho más claro el objetivo.

Pongamos un ejemplo a continuación.

Supongamos que queremos mejorar el trabajo de nuestros mediocentros.

Dentro de la mayoría de los sistemas de juego, siempre existen mínimo dos jugadores que realizan las funciones de mediocentros, uno de ellos suele ocuparse de los aspectos más defensivos y otros de los ofensivos, pero en general deben participar en estas dos fases y complementarse a la perfección para que el trabajo del equipo sea efectivo.

A continuación detallaremos algunas de las características fundamentales a las que tiene que atender un mediocentro:

Atendiendo a los mapas de calor que nos facilitan las plataformas tecnológicas actuales, podemos observar que los mediocentros suelen actuar en la zona de creación o zona 2 como algunos entrenadores suelen llamarla, es por ello que debemos preparar las sesiones de entrenamiento en esas partes del campo, para hacer que los jugadores se sientan como en un partido.

Con respecto a los objetivos técnico y tácticos, podremos atender a la orientación corporal a la hora de recibir, control orientado intentando siempre con la pierna más alejada al defensor, movilidad hacia espacios libres de rivales, velocidad en el juego, conducciones cortas y eficaces, dominio de pases cortos, medios y largos, buena coordinación, apoyos constantes y dar buenas líneas de pase, dominar las dos piernas y todas las superficies de contacto.

Con todo esto podemos organizar esta sesión de entrenamiento para la mejora de los mediocentros de nuestro equipo:

Tarea 1  

Rueda de pase – Cuadrado de posesión pase corto pase largo

Se posicionan los jugadores tal y como se ve en el gráfico. Se comienza la tarea con dos balones, uno en la posición del jugador 1 y otra en la del jugador 10. La secuencia tal y como se ve en la figura consiste en realizar pases hacia los jugadores de dentro del cuadrado que son los que actúan de mediocentros y mediante pases largos y cortos jugando a 1 solo toque necesitaran realizar una orientación corporal adecuada desde donde les llega el balón. Después se cambiará la circulación del balón para hacerlo por el otro lado.

Tarea 2

Posesión de balón 1×1+3+3 para trabajo de mediocentros

Se juega un 1×1+3+3 en un espacio hexagonal. Se comienza con un 1×1 en el centro del espacio, el poseedor del balón intenta combinar con los jugadores de su equipo que se encuentran en los lados del hexágono y que no se puedan pasar mas el balón entre ellos, siempre tienen que conectar con el jugador de dentro. Los comodines se pueden mover por el lado del hexágono que están ocupando pero no salirse de él. 

Tarea 3

Posesión de balón 1×1+4+4 para trabajo de mediocentros

Se juega un 1×1+4+4 en dos cuadrados concéntricos. Hay que mantener la posesión del balón sin que se puedan dar más de dos pases seguidos los jugadores de fuera del cuadrado central. Los jugadores que ocupan el cuadrado central no pueden salir de él y los de fuera no pueden entrar en el cuadrado interior. Gana el equipo que más toques consigan dar al final de la tarea. 

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