La pretemporada. Donde todo empieza

Hace unos años, llegado el momento de iniciar la pretemporada con el equipo, la percepción que tenían los jugadores era la de “la llegada del trabajo duro de la temporada”, con exceso de trabajo físico y ejercicios en los que apenas se tocaba el balón.

Esto ha cambiado mucho a día de hoy. Por un lado, porque el futbolista es mucho más responsable de su trabajo, y en el período de tiempo en el que no hay entrenamientos colectivos (periodo transitorio), sigue un plan de trabajo específico. Y, por otro lado, porque, a día de hoy, la pretemporada de un equipo está estructurada de tal forma que, además de la preparación física del equipo, se prepara al equipo a nivel técnico-táctico, ofreciendo una base al modelo de juego que se quiera implementar en el equipo.

Por lo tanto, la pretemporada ya no se percibe como un trabajo meramente físico con intención de preparar el cuerpo del jugador para toda la temporada, sino como un trabajo progresivo en todos los aspectos que prepararan al jugador de forma integral para el comienzo de la liga, llevando consigo las suficientes herramientas para afrontar el inicio de temporada.

A continuación vamos a ver una serie de cuestiones que los entrenadores se plantean al comienzo de cada pretemporada y cuyas respuestas van cambiando a medida que se tiene más información procedente de estudios científicos.

¿Cuál es el objetivo principal de la pretemporada?

El principal objetivo que tenemos que conseguir cuando se planifica y se trabaja la pretemporada, es optimizar el rendimiento del jugador, tanto a nivel físico y técnico-táctico como psicológico, con una prioridad importante, prevenir y evitar el riesgo de lesiones. 

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de diseñar la pretemporada?

  • Saber el contexto en el que nos encontramos: saber la edad de los jugadores a los que vamos a entrenar y conocer el nivel general que tienen, en todos los aspectos (físico, técnico, táctico y psicológico).
  • Conocer las instalaciones, los materiales y el tiempo de trabajo del que disponemos, será fundamental para una buena planificación del trabajo.
  • Es fundamental conocer la fecha de inicio de la competición.
  • Y lo más importante de todo, cuales son los objetivos propuestos para el equipo.

¿La pretemporada como algo diferente a la temporada?

Si bien es cierto que iniciar la pretemporada es empezar con el trabajo en grupo y con un modelo de juego, en muchas ocasiones nuevo, se puede decir que cuanto antes se parezca más la estructura de trabajo al que vamos a llevar en la temporada, antes se adaptaran los jugadores al modo de trabajo.

Aunque las dos o tres primeras semanas de trabajo pueden ser diferentes, a partir de la cuarta, podemos iniciar una estructura de microciclo parecida a la que vamos a llevar durante la temporada en los momentos de competición.

¿Ejercicio físico o trabajo con balón?

A veces es necesario trabajar analítico para que el jugador sienta que está trabajando a alta intensidad, aunque lo realmente importante es la continuidad en el trabajo.

¿Dobles sesiones de entrenamiento?

Sí, pero con un sentido futbolístico, más que condicional. Hace ya varios años que se descartó la creencia de que durante la pretemporada se debía cargar un deposito de energía que tiene el jugador que le iba a permitir aguantar toda la temporada en un estado físico óptimo. Con el nuevo pensamiento, que nos indica que los comportamientos colectivos en el juego son los que van a llevar a ganar partidos y no únicamente el estado físico del jugador, se planifican dobles sesiones de entrenamiento en las pretemporadas, pero no únicamente con la idea de cargar ese deposito sino con la idea de construir el equipo alrededor de la interpretación y la relación entre los jugadores y el juego.

¿En qué me tengo que fijar en los primeros días?

Como en cualquier juego, la obtención de resultados en la competición se va a deber, principalmente, a las interacciones que se produzcan entre los jugadores. Las diferentes sinergias que existan entre ellos, en cada entrenamiento y partido, van a indicar las posibilidades que tenga el cuerpo técnico de alinearlos de forma conjunta. 

Otro aspecto a tener en cuenta, es la adaptación que se produce en las tareas de entrenamiento que se proponen cada día. Es importante detectar que el nivel de esas tareas son adecuadas al conocimiento de los jugadores y que éstas van a producir una mejora en su juego. Realizar tareas inadecuadas, va a influir de forma negativa en los jugadores.

Otro punto a tener en cuenta es si los principios que les demanda el modelo de juego y que estamos planteando se ajustan a las características de los jugadores. Y es durante la pretemporada cuando tenemos que ir observando si el equipo podrá desarrollar esos principio o por le contrario tendremos que ir realizando pequeñas modificaciones en el modelo para depurar la identidad del equipo.

¿Es importante descansar en pretemporada?

Todo proceso de entrenamiento necesita sus periodos de descanso. No se puede permitir que los jugadores estén entrenando todos los días sin tiempos de recuperación. Es vital tomarse en serio el descanso de dormir al menos 8 horas diarias cada día para un buen rendimiento en pretemporada y respetar los días de descanso con hábitos saludables.

Es por todos conocido el ciclo de supercompensación, que consiste en provocar niveles de trabajo físico, por medio del entrenamiento, suficientes para que, tras un descanso, el organismo evolucione y así estar preparado para poder realizar esfuerzos de mayor intensidad.

¿Hacer test o no?

Es necesario analizar y valorar el estado en el que se encuentran nuestros jugadores después del periodo transitorio que lleva desde el final de temporada hasta el inicio de la pretemporada. Si no medimos esto, va a ser muy difícil que podamos realizar la actuación adecuada para mejorarlo y poder cuantificar esta mejora durante la temporada.

En los primeros días de pretemporada es habitual realizar test en laboratorio y en campo para conocer el estado en el que se encuentran los jugadores. En equipos de alto rendimiento, este trabajo lo realizan el cuerpo médico y el/los preparadores físicos del cuerpo técnico.

A partir de las conclusiones que se saquen de estas pruebas, se podrá planificar el trabajo posterior con mayor eficacia y eficiencia.

Pero los test no terminan en pretemporada, sino que es necesario repetirlos de forma periódica a lo largo de la temporada.

¿Cuántos partidos amistosos jugar en pretemporada?

Un último factor a tener en cuenta es la cantidad de partidos amistosos a jugar en este periodo de preparación. 

Aunque no existe un número determinado de partidos, y teniendo en cuenta que los equipos profesionales suelen estar condicionados por giras y stages organizados, más por el departamento de marketing que por el propio cuerpo técnico, en un periodo de unas 6 semanas es aconsejable jugar entre 8 y 10 partidos. Todo dependerá de si existe la necesidad de tomar decisiones sobre los jugadores que finalmente conformarán la plantilla en situaciones de juego real, además de ver la asimilación de conceptos y principios de aquellos jugadores que van a formar parte de la temporada con total seguridad.

Dentro de los partidos, es importante el reparto de minutos de juego entre los jugadores, así como aquellos que van a participar de forma conjunta para ver las sinergias y asociaciones que se producen entre ellos a la hora de competir, por esto no es extraño que se puedan organizar varios partidos en la misma semana, llevando un exhaustivo control de minutos y cargas de trabajo que llevan los jugadores. 

Conclusion

Son muchas cosas las que se deben tener en cuenta a la hora de organizar una pretemporada. La experiencia de organizarlas llevará a valorar los beneficios y modificar los errores que se hayan cometido año tras año.

Será la evaluación, la planificación, los objetivos, una estrategia bien definida y una gran dosis de sentido común lo que te ayudará a llevar a cabo una pretemporada exitosa que preparará al equipo para afrontar una temporada de la forma más óptima posible.

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