El decálogo del entrenador

Se conoce comúnmente “El decálogo del entrenador” a aquellas normas esenciales que debe seguir un técnico para ser exitoso. Decálogo viene de diez, pero es evidente que podrían ser muchos más aquellos consejos que se pueden recibir para llevar a cabo una labor tan difícil como es la de guiar a un deportista, en este caso un futbolista, durante una temporada. En esta ocasión, hemos intentado recopilar aquellas que nos parecen más relevantes, superando la decena, porque seguir todos los consejos posibles que nos puedan dar, ayudará a que podamos crecer cada día más y más.

Fijar objetivos alcanzables

Como en todo proyecto serio, se debe proponer un objetivo real y alcanzable. De nada sirve que nos pongamos metas imposibles, ya que esto solo llevará a una gran frustración en el momento que las veamos demasiado lejos. El entrenador debe analizar la situación en la que se encuentra el equipo y las capacidades que tiene el proyecto en todas sus vertientes, desde la estructura del club, hasta la plantilla que hay confeccionada o que se pretende confeccionar para afrontar la temporada. Esto será la guía que te indicará cuales son los resultados que se pueden obtener con el grupo, así que hay que intentar ser lo más realista posible y afinar con el objetivo, si al final se consiguen hitos mayores, siempre serán bienvenidos.

La soledad del entrenador

Intenta aislarte de aquello que no tenga que ver con tu equipo. No le des importancia a comentarios u otros aspectos que puedan llegarte desde fuera. A veces es con intención de ayudar, pero recuerda que solo tú tienes toda la información veraz de tu equipo y podrás llegar al detalle para tomar las mejores decisiones posibles. Si llegas a considerar opiniones externas, lo único que vas a conseguir es dudar de la respuesta correcta, y eso no te ayudará.

Delegar funciones

Si tienes ayudantes dentro de tu cuerpo técnico, intenta conocerlos al máximo y detectar cuáles son las labores en las que te pueden ayudar y realizan mejor que tu. Aprovéchalo y libérate de trabajo para poder centrarte en cosas más importantes, puesto que tú no podrás con todo y delegar hará que ellos profundicen en temas a los que no podrás llegar por falta de tiempo material.

Sé un ejemplo a seguir

Los jugadores siempre te estarán analizando para ver cuáles son tus acciones y reacciones y en algún momento poder excusarse en ello. La importancia de que seas un ejemplo para todos te ayudará a gestionar mejor al grupo siendo un referente para ellos. Tener grandes valores y ponerlos de manifiesto solucionará problemas por sí solo. 

La justicia para medir el compromiso

Intenta ser lo más justo posible, a veces es imposible serlo al 100%, pero intenta que todos cumplan las normas, tanto si es el mejor del equipo como el jugador con menos nivel. De esta forma, aquellos que no tienen minutos en la competición respetarán tus decisiones, ya que las tomas desde el punto de vista más equitativo, siendo lo mas honesto y neutral posible.

Un modelo de juego abierto

Es normal que el entrenador tenga su modelo de juego estructurado y que cree la plantilla acorde a ese estilo, pero es cierto que si los resultados no están llegando, realizar cambios en las estructuras y en los entrenamientos pueden ayudar a revertir esa situación. Tener un modelo de juego abierto al cambio y las modificaciones no es malo, al revés, ayuda al equipo a llegar a conceptos que mejor se adaptan a ellos. A priori, se debe tener todo controlado y no dejar margen a la improvisación, pero con una cierta flexibilidad de cambio si fuese necesario para el rendimiento del equipo.

La formación es el éxito del crecimiento

No dejes de tener una formación continúa, ya sea de forma presencial en congresos, charlas o en cursos online. El fútbol está en constante crecimiento y evolución y, a menudo, aparecen nuevas técnicas de entrenamiento o procesos de enseñanza ligados a este deporte que te llevarán a conseguir tus objetivos y seguir mejorando como entrenador. Estar capacitado y contar con recursos suficientes para afrontar todas las situaciones que surjan te ayudará a seguir creciendo en tu carrera.

Dar lo máximo cada día

Cada cosa que hagas, aunque no creas que tiene tanta importancia, hazla de la mejor manera posible. Sé un profesional en todo momento para ser mejor cada día y crecer de forma exponencial. La excelencia te acercará más a tus metas en la vida.

La vocación como principal característica

Esta es una profesión en la que las veinticuatro horas del día no son suficientes para desarrollar tu trabajo, es por ello que tienes que tener una clara vocación por ella. Ganas de ayudar a los demás, en este caso a los futbolistas y a tus compañeros, debe ser la premisa por la que te levantas cada día en el mundo del entrenador. Sobre todo si te encuentras en un equipo joven de formación en el que el principal objetivo es desarrollar jugadores.

No todos sabemos escuchar

Hay un dicho que dice que tenemos dos oídos y una boca porque tenemos que saber escuchar el doble de lo que hablamos. Saber escuchar es una cualidad difícil de entender para el ser humano, no todos lo saben hacer, y dentro de una gestión de grupos humanos, es imprescindible estar siempre en disposición de escuchar a compañeros y jugadores no sólo en los éxitos, sino también en los problemas que puedan tener. Ser participe de una comunicación constante, dará confianza y seguridad a los jugadores.

Se tiene que ser comprensivo, porque no podemos olvidar, que además de jugadores son personas y que tener un entrenador positivo, que los guíe y anime a la victoria, es lo que más les interesa.

Saber gestionar el error

El error es un instrumento más de aprendizaje, muy necesario para que el jugador aprenda y avance hacia la consecución de su objetivo, ya sea a corto, medio o largo plazo. Fallar no es algo que se tenga que evitar, es algo con lo que hay que convivir y a lo que se le debe sacar el máximo provecho. Para esto hay que tener la capacidad de reconocerlo y preparar entrenamientos para superarlos.

Cuenta con el jugador para tomar decisiones

Recuerda que el jugador es lo más importante dentro de este proceso, así que debe participar activamente en la toma de decisiones que estén relacionadas con su mejora como deportista y como persona. Debemos tener claro que la última decisión es la del entrenador, pero nunca debemos renunciar a la argumentación que te proporcione el jugador, porque seguramente te haga tomar la mejor decisión posible.

Ser autocrítico es una gran virtud

Si las cosas no están saliendo como esperabas, realiza un ejercicio de autocrítica y analiza en profundidad cuáles son los motivos que nos están llevando a esta situación. Es fácil culpar a los demás, pero seguramente tienes responsabilidad de cosas que están sucediendo y que están al alcance de tu mano poder mejorarlas. Detéctalas y cámbialas, seguramente todo irá a mejor si aceptas tu errores.

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