Evaluación cualitativa vs Evaluación cuantitativa para determinar un fichaje

Existen dos formas de evaluar a un jugador de fútbol: mediante una descripción de sus aptitudes, o bien con una descripción numérica de los ítems estipulados dentro de una secretaría técnica y que se piensan que son los aspectos que realmente determinan el rendimiento. Ambas son válidas y deben convivir, ya que son totalmente complementarias.

Evaluación cualitativa

La evaluación cualitativa es aquella que busca emitir un juicio sobre un determinado aspecto del jugador analizando y describiendo el desarrollo (percepción, decisión y ejecución) y su aportación al colectivo. Es, por tanto, una evaluación compleja, ya que está condicionada por el contexto de juego. Toma en cuenta una dimensión subjetiva e intangible. 

Estas son las características principales de la evaluación cualitativa en fútbol.

  • Se evalúa al jugador en el partido, pues es, entonces, cuando desarrolla su actividad en el contexto de la competición. La evaluación cualitativa no se debe realizar en el entrenamiento puesto que no es un contexto competitivo.
  • La recogida de información se realiza de forma verbal y no numérica. Para ello, se emplean escalas nominales para la descripción de las acciones. Por ejemplo: un jugador puede ser muy poco/poco/medianamente/bastante/muy efectivo.
  • Se debe evaluar tanto el proceso como el fin. Es decir, cómo actúa el jugador desde que percibe, toma la decisión y ejecuta, y qué ha supuesto la aportación para el equipo. Decir que una sola acción no es suficiente muestra para evaluar una determinada característica. Por ejemplo: un jugador puede recibir un balón bien perfilado, tomar la decisión de pasar al central y ejecutarla correctamente. Sin embargo, desde el punto de vista de aportación al colectivo puede ser una decisión no correcta puesto que había compañeros mejores posicionados para progresar hacia portería rival.
  • El método de análisis es inductivo incompleto. Es decir, es inductivo porque se parte de las acciones determinadas y analizadas para llegar a una conclusión. Y es incompleto porque a medida que se vayan analizando acciones la conclusión puede variar. Cuantas más acciones en diferentes contextos se analicen, más precisa será la conclusión. Por ejemplo: un delantero se enfrenta en un partido al mejor central del mundo en el juego aéreo. Si durante el partido se dan 6 duelos aéreos y pierde los 6, no se puede concluir que el delantero es nefasto en el juego aéreo, ya que esto podrá ser cierto o no. Sino que, conforme se vayan analizando partidos, se concluirá el nivel real del delantero en términos de juego aéreo.

Evaluación cuantitativa

Además de la evaluación cualitativa de un jugador, en muchas ocasiones, el trabajo se acompaña de una valoración cuantitativa para determinados aspectos. Es decir, la globalidad de un concepto representado por un número. En fútbol, se pueden medir las acciones de forma totalmente objetiva. Por ejemplo: un extremo que realiza 150 regates en una temporada y completa 110 tiene aproximadamente un 73% de éxito. ¿Pero es este dato relevante en la evaluación de un jugador de fútbol? Probablemente no sea el más relevante y habría que hacer un segundo análisis, ya que de esos 110 regates completados con éxito, el 70% puede no haber tenido aportación al colectivo. 

Lo realmente relevante es realizar un análisis heurístico de ese dato cuantitativo, dando una calificación numérica subjetiva a la calidad de la cantidad. Siguiendo el ejemplo anterior, en una escala de 1 a 10 la evaluación cuantitativa de la habilidad del regate estaría alrededor de 2/10. 

Intentando buscar unificar criterios entre los scouts de un mismo club, estos son los dos pasos que deben seguirse para una evaluación cuantitativa:

  • Determinar cuáles son las variables que se van a describir de forma cuantitativa. Se recomienda que el número de variables a evaluar con este aspecto no sea muy grande, tratando de definir únicamente las que se consideren realmente relevantes para una determinada posición. Estas variables estarán definidas por el perfil que se ha diseñado en la subfase de análisis de la fase de planificación. 
  • Definir qué es lo que se considera bien hecho y lo que no y determinar la escala de medición. Por ejemplo: en la evaluación de las relaciones de un mediocentro, no se evaluará igual cuando el acierto se ha conseguido en un pase hacia delante en vez de un pase hacia atrás, con presión o sin presión, superando líneas o no, con más o menos riesgo,…
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