Ejercicio. Partido reducido 11×11 con ocupación en campo contrario
Con el paso de los años, el fútbol ha ido sufriendo multitud de cambios en todas las áreas que lo componen. Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que más ha evolucionado con el paso del tiempo ha sido la forma de entrenar. Aunque cada entrenador tiene su propio criterio, casi todos han ido evolucionando hacia un patrón común: que las tareas de entrenamiento que forman parte de la sesión se acerquen a las situaciones reales de juego. Y los partidos reducidos son los máximos exponentes.
Esta herramienta se puede usar tanto en fútbol de formación como en el profesional, ya que se ha demostrado que sus ventajas son muchísimas al entrar en juego todas las dimensiones que se deben trabajar en un futbolista, como las estructuras condicional, cognitiva, coordinativa, socio-afectiva, emotivo-volitiva y creativo-expresiva, que determinan en cierta medida el rendimiento de un jugador en mayor o menor plazo de tiempo.
¿Por qué su gran utilidad a día de hoy?
Estos son algunos de los motivos por los que se recomienda usar los partidos reducidos en la sesión de entrenamiento:
- Optimiza de forma eficiente el tiempo disponible para el entrenamiento. En la base, por la falta de terrenos de juego y la multitud de equipos con los que hay que compartirlos; y en el ámbito profesional, por la cantidad de partidos y competiciones a los que se encuentran sometidos, llegando a jugar un partido cada tres o cuatro días.
- Se asemeja al juego real.
- Gusta a los jugadores porque hay competición, lo que hace que el grado de motivación sea alto.
- Se desarrolla la inteligencia de juego, es decir, el jugador resuelve los problemas que se plantean los ejecuta en el terreno de juego, ampliando su bagaje táctico y mejorando la toma de decisión.
- Aumenta el nivel de concentración, interviniendo más en el juego que en un partido normal, y, por lo tanto, prestan mucha atención a los estímulos externos.
- Ayuda a asimilar los conceptos del modelo de juego que el entrenador quiera implantar en su equipo, ya que a través de las variables que se introduzcan en el ejercicio, el jugador terminará automatizándolos e incorporándolos a su juego.
A continuación, se presenta una tarea de partido reducido cuyas finalidades principales son, para el equipo atacante, la ocupación del campo contrario de los jugadores dando amplitud al juego, y, para el equipo defensor, reducir la distancia entre líneas. Para evitar que el equipo se quede dividido en dos, se introducen reglas de provocación, que incentivan o penalizan la puntuación del juego.
Descripción del ejercicio
Se juega un 11vs11 en el espacio delimitado. El equipo con posesión del balón debe intentar anotar gol en la portería contraria. Los goles puntúan de la siguiente forma:
- Si todo el equipo defensor está en campo propio y el atacante en campo contrario (excepto el portero), el gol vale 1 punto.
- Si todos los defensores están en campo propio y los atacantes no están en campo adversario, el gol no tiene validez.
- Si todos los jugadores atacantes (excepto el portero) están en campo adversario, pero los defensores no están en su campo propio, el gol vale 2 puntos.
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