Las transiciones en el fútbol ¿existen o no?

Existe un mal endémico en fútbol que es la no definición de todos los conceptos y acciones en un vocabulario común. Si todos los técnicos utilizaran el mismo lenguaje, quizás sería más fácil pasar de entrenar un equipo a otro, ya que los jugadores entenderían lo mismo les entrenara el entrenador que les entrenara, pero quizás este puede ser tema para otro artículo.

En fútbol siempre se suelen dar dos situaciones bien diferenciadas, que son, cuando un equipo está en posesión del balón y cuando no lo está. Algunos entrenadores se refieren a esto de diferentes formas, por ejemplo, ataque o defensa, momentos con balón o momentos sin balón, y así con otras variantes.

El caso es que existe un lapso de tiempo indefinido entre que se tiene el balón y no se tiene, en el que la posesión del balón no es de nadie de una forma clara, y a eso se le llama transición.

La transición puede ser en dos sentidos, si el equipo tiene la posesión del balón y lo pierde, pasaría a llamarse transición defensiva, en cambio si se recupera la posesión del balón pasa a denominarse transición ofensiva.

Como comentaba antes, el tiempo de esta fase es indefinido, porque puede ser de 2 segundos o de 10 segundos, dependiendo de si en ese espacio de tiempo se acaba de definir el poseedor del balón o no. Lo que si está claro es que en ese momento que pasamos de una fase a otra, existe una desorganización clara y evidente que es de vital importancia, sobre todo en el aspecto psicológico del jugador, que debe adaptarse lo más rápido posible a la nueva situación que requiere el juego.

Hoy en día, influyen mucho el alto ritmo en el juego y los espacios reducidos en los que se acumulan los jugadores que disponen de menos tiempo para decidir y ejecutar. Es por esto que en los partidos actuales se producen cada vez más transiciones en el juego.

Aspectos a tener en cuenta

Si quieres analizar o trabajar las transiciones, ¿cuáles son los aspectos que debemos tener en cuenta?.

En primer lugar deberemos saber cual es el tipo de transición que se está produciendo, que puede ser pasar de defensa a ataque o de ataque a defensa. Como hacía referencia anteriormente, existen entrenadores que además identifican un tercer tipo de transición denominándola “transición tras acción a balón parado”.

En segundo lugar deberemos definir la zona del campo desde donde se produce la pérdida o la recuperación del balón, que puede ser en zona 1 o de inicio, zona 2 o de creación o zona 3 o de finalización. Estas zonas, como comentaba antes, también pueden ser definidas con otros términos.

Otro aspecto a tener en cuenta es la velocidad con la que se están produciendo las transiciones, que, a su vez, pueden ser a alta, media o baja intensidad. El tiempo siempre es importante para la ejecución.

El número de jugadores que intervienen en cada transición y el de pases que se realizan entre ellos, suelen determinar el tiempo y el resultado en esta fase del juego.

Además, la influencia del modelo de juego y los principios que se detectan al usar las transiciones es un elemento más que define esta acción.

Es importante conocer también, cual es el medio técnico-táctico que más se utiliza previamente al inicio de una transición que lleve a un final ventajoso.

Por último, el resultado del marcador y el minuto en el que se encuentra el partido, influye de forma importante en la forma de actuar ante una transición.

Datos sobre las transiciones

Resulta interesante analizar algunos datos sobre las transiciones, ya que según estudios realizados por diferentes instituciones del fútbol, se concluye que:

  1. Casi un tercio de los goles marcados en las grandes ligas europeas se consiguen mediante las transiciones, dato que supera ya al de goles obtenidos mediante acciones a balón parado, que son un cuarto del total.
  2. El número de jugadores que intervienen en transiciones con finalización de la jugada en gol suele ser de entre 3 y 4.
  3. Si la transición cuenta con un número menor a 5 pases y dura alrededor de 9 segundos, permitirá ser eficaz a la hora de finalizar en gol.
  4. El carril central es la mejor zona de influencia para utilizar a la hora de generar una transición exitosa.
  5. La acción técnico-táctica más utilizada antes de comenzar una transición exitosa suelen ser la anticipación y la interceptación.

Cómo entrenar las transiciones

Conociendo todos los aspectos a tener en cuenta y los datos que aportan una valiosísima información al respecto, se puede organizar el trabajo con nuestros jugadores a la hora de ejecutar una acción de este tipo de forma eficaz.

Para empezar, se debe tener en cuenta el modelo de juego y los sistemas que se utilizan para, a partir de ahí, estructurar el trabajo de las transiciones.

Se deberán establecer los principios que vamos a utilizar tras una pérdida o una recuperación de balón, así como en la zona que queremos ejecutar estos principios, no puede ser el mismo principio cuando se produce pérdida o recuperación en zona 1 dentro del área que en zona 2 en el medio campo.

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de trabajar las transiciones es el estudio del posicionamiento que tendrá la línea defensiva rival, esto quiere decir que hay que analizar la zona del campo donde se encuentra normalmente, cual es su actuación a la hora de la pérdida del balón (si se mantiene o repliega) y donde se encuentran los espacios libres, que puede ser a la espalda de los laterales.

Un factor muy importante en el juego es la anticipación y la lectura del juego, es decir, hay que conseguir, que los jugadores prevean que puede producirse una pérdida de balón en el momento de atacar y estar preparados para defenderse de una forma eficiente y efectiva.

Al igual que cuando se defiende, se tiene que estar preparado para que en el momento de la recuperación de balón se utilicen las herramientas correctas para atacar y sacar ventaja al rival.

Con el análisis de esta información, se puede determinar que existe una pequeña fase que se inserta entre el ataque y la defensa, que se puede entrenar con el equipo para sacar rendimiento y contrarrestar a los rivales.

Este apartado también hay que tenerlo en cuenta en el momento de analizar al rival, ya que permitirá organizar una estrategia tácticamente efectiva para conseguir nuestros objetivos, eso sí, cada uno la podrá valorar y llamar como quiera, hasta que no se establezca una nomenclatura común en nuestro querido deporte, el fútbol.

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